Ema, una beba que mañana cumple apenas dos meses de vida, es una de las víctimas de la mala administración del Mulsiferol, una vitamina entregada en la farmacia del Hospital Saint Bois para lactantes y niños pero que en realidad eran dosis con concentraciones para adultos.
Camila Martínez, la madre de Ema, contó al programa Arriba Gente de Canal 10, la situación de su hija y todas las dificultades por las que pasó hasta que le detectaron el problema.
En este momento, la beba está con sonda y le tienen que pasar complemento porque además está desnutrida.
La madre la llevó al control el viernes pasado pues presentaba vómitos y diarrea y lloraba mucho. La derivaron al Pereira Rossel para determinar por qué había bajado tanto de peso. Ahí descubrieron que tenía alta concentración de calcio en sangre y en los riñones.
“Le sacaron sangre todos los días, la estuvieron monitoreando en el CTI, le pasaron corticoides en suero y por eso la sobrehidrataron de suero, y estuvieron esperando a ver como avanzaba”, contó la madre.
Con apenas dos meses, los médicos “estuvieron a punto de dializarla, pero finalmente lo descartaron”.
Al momento, los toxicólogos que atienden a su hija “dicen que no corre riesgo de vida y que va mejorando de a poco”.
La intoxicación con Mulsiferol ocurrió luego que la pediatra le recomendara vitamina D. Cuando fue a la farmacia del Hospital Saint Bois le dieron el Musilferol “pero el problema es que la medicación era para adultos y no para lactantes”.
Según un pediatra de ASSE que estuvo en contacto con la madre de Ema, la dosis que le administraron se da una sola vez en el mes y la pequeña estuvo tomándola a diario durante 60 días. Eso le generó una importante sobreintoxicación.
Según la madre, el tratamiento con los riñones para normalizarlos puede demorar de 3 meses a un año.
"Es lamentable. Estoy indignada. Más que un error es un horror porque pudieron matar a criaturas que no tienen nada que ver por errores de ellos. No lo veo bien".
"En el Saint Bois la atención era buena pero te atienden practicantes, están supervisados pero son practicantes, no son doctores", señaló.
SIN RESPUESTAS. La mujer contó además que mientras su hija estuvo internada en CTI no le respondían una sola pregunta. "Ahora me contestan más las dudas, cuando estaba en CTI no me contestaban nada. Me tenían que dar informes y decir cómo estaba la presión y no me decían nada. Tenía que verlo por mí misma, no lo entendía y no me lo explicaban tampoco".
Según le transmitió un médico de ASSE que ayer vio a su hija, ya hay 25 casos de bebés en esta misma situación, más los de niños que están internados en los sillones de afuera porque no dan abasto.
En el caso de Ema tiene que seguir internada y por ahora no se sabe hasta cuándo.
"Al momento no la han pesado, ni la miden. Solo le controlan la fiebre y ya está", dijo la mujer. La beba llegó a pesar 3.300 kg pero al momento del control -el viernes pasado- pesaba 3.050 y ese fue el detonante que derivó en su internación.
La beba "sigue irritada y sigue llorando con dolor en las noches. No saben qué es. Le meten Novemina y la niña se calma pero no la examinan, no la ven".
"Había un niño que salió hace unos días del CTI por lo mismo que mi hija. Estuvo un mes internado y le quedaron secuelas en los riñones. Eso no se supo, nadie lo dijo", comentó la mujer indignada.
FUENTE: SUBRAYADO
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