La senadora nacionalista Verónica Alonso está atravesando su peripecia política más complicada desde que en las elecciones de 2009 empezó a hacerse conocida de la mano de Luis Alberto Lacalle, a quien acompañó en los comicios de ese año.
Luego de migrar hacia el sector de Jorge Larrañaga, Alonso comenzó a transitar un camino de independencia en los últimos meses y se presenta como una figura de recambio en un Partido Nacional en donde las preferencias se reparten, mayormente, entre Larrañaga y Luis Lacalle Pou.
Pero en las últimas semanas, su nombre comenzó a sonar en boca de correligionarios y opositores y no precisamente para recibir elogios.
En ese brete la han metido, principalmente, los sectores de la iglesia evangelista Misión Vida encabezada por el pastor Jorge Márquez, quien en las elecciones de 2014 aportó buena parte de los votos montevideanos que llevaron a Alonso al Senado.
Es así que el jueves 15 el semanario Búsqueda informó que Alonso fue condenada por la Justicia a pagar deudas por US$30 mil a una empresa que imprimió listas de candidatos. Alonso apeló la resolución afirmando que esas listas fueron encomendadas por Misión Vida que, argumentó, manejó su campaña de forma independiente.
De inmediato, en el Frente Amplio tomaron apunte de este hecho y, según informó El Observador este miércoles, planteará que el asunto sea abordado por la comisión parlamentaria que investiga la financiación de los partidos políticos. "¿Dé dónde salen esos US$30 mil? ¿Salen del trabajo de esa cantidad de gurises que andan pidiendo plata en los ómnibus? ¿Por qué una iglesia decide financiar a un candidato político si en definitiva eso no está en la ley de financiamiento de los partidos políticos?", preguntó el diputado del MPP Alejandro Sánchez.
Este jueves a Alonso se le abrió otro flanco cuando el diputado Alvaro Dastugue, que responde a su liderazgo y pertenece a los evangelistas de Misión Vida, declaró a Búsqueda que si el Partido Nacional llega al gobierno debería revisar toda la "agenda de derechos" aprobada durante el gobierno del Frente Amplio.
"Sí, exactamente", respondió ante la pregunta de si se deberían revisar las leyes aprobadas. "No me cabe la menor duda. De hecho, Larrañaga dijo: 'no planten nada' (con relación a la regulación de la marihuana), y muchos legisladores votaron en contra del matrimonio igualitario, muchos, y de los importantes. Muchos votaron en contra de la ley del aborto. No me cabe la menor duda de que deberíamos revisar esas leyes, que entendemos no le hacen bien a la sociedad", dijo Dastugue. Estos dichos fueron rápidamente rebatidos por dirigentes de las vertientes blancas mayoritarias. "No permitiremos que se afecten las conquistas. Los derechos no se tocan. El Partido Nacional en esto ni un paso atrás", escribió Larrañaga (Alianza Nacional) en su cuenta de twitter.
"Nuestro sector Todos (Lacalle Pou) no comparte la visión expresada por un diputado del PN en el día de hoy sobre derechos reconocidos", sostuvo el diputado Juan José Olaizola.
Incluso el diputado colorado Fernando Amado lanzó una advertencia. "Quizás pueda llegar al gobierno, pero si esta es la postura oficial del Partido Nacional seguro lo hará sin mi voto", manifestó Amado.
Alonso es una figura mirada con especial interés por el grupo de intendentes formado, entre otros, por Sergio Botana (Cerro Largo), Eber Da Rosa (Tacuarembó) y Enrique Antía (Maldonado) quienes se han distanciado de Larrañaga.
En Montevideo, el diputado Pablo Iturralde actúa como nexo entre Alonso y los jefes comunales. El propio evangelista Dastugue expresó su preferencia por esa vertiente que se perfila en el Partido Nacional. En sus declaraciones a Búsqueda, Dastugue dijo que ya no pertenece a Alianza Nacional y que observa a Alonso y a Botana como potenciales figuras para disputar la candidatura presidencial de los blancos.
FUENTE: EL OBSERVADOR
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