Los delincuentes robaron más de dos millones de pesos, tras hacer detonar la máquina en horas de la madrugada.
Hacía casi dos meses que no se registraban robos en cajeros automáticos del país mediante la modalidad de explosión con gas.
La última intervención de la banda data de mediados de noviembre en Solymar cuando la policía estuvo a punto de atraparlos.
Lo cierto es que hasta el momento los investigadores no han podido identificar a ningún integrante del grupo, aunque hay varias pericias en curso y filmaciones que vienen siendo analizadas.
El regreso de la banda del gas fue a las 4 de la mañana de este domingo en el cajero Banred ubicado en el supermercado de Rivera y Colombes.
Usaron varios vehículos, una garrafa, una batería, mangueras, cableado, un marrón y una uña.
Detonaron el recinto con éxito y se fueron con al menos dos bandejas de dinero, cifra que se estima en más de dos millones de pesos.
Algunos billetes quedaron esparcidos en la vereda y fueron recogidos por la científica para su debido análisis, la mayoría de mil pesos y algunos dólares dañados.
El cajero detonado estaba en la lista de los más vulnerables y por ese motivo permanecía cerrado de 22 a 6 horas, de todas formas la medida que apuntaba a ser preventiva de robos y daños no fue efectiva en este caso.
A varias cuadras de la explosión, en Asturias y Asamblea, la policía ubicó un auto Chevrolet sail de color rojo abandonado detrás de una volqueta.
Se presume que fue uno de los vehículos utilizados por la banda del gas para consolidar el robo en Malvín. En su interior se encontró dinero y plásticos.
Otro auto que la policía vinculó de forma primaria con el hecho fue localizado en un pasaje del barrio El monarca, próximo al kilómetro 22 de la ruta 8.
Se trata de otro Chevrolet modelo Onix también de color rojo con matrícula de alquiler.
Lo que sí está claro para los investigadores del caso es que los responsables de la explosión integran la misma banda que durante un mes mantuvo en vilo a la policía el año pasado.
Esta modalidad delictiva importada de otros países generó inquietud entre las autoridades bancarias y del Ministerio del interior.
En su momento, el ministro Eduardo Bonomi confirmó que se estaba analizando colocar un chorro de tinta en los cajeros para marcar a los billetes en caso de una detonación, esta medida fue efectiva en otros países, pero aquí nunca se llegó a aplicar.
FUENTE:SUBRAYADO
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