Una reciente investigación, publicada en la revista Nature Microbiology y liderada por Anukriti Mathur, de la Universidad Nacional Australiana, advierte sobre el peligro de esta bacteria bastante común. Según explicó Mathur, "los hábitats naturales conocidos del B. cereus son muy extensos, incluidos el suelo, los animales, los insectos, el polvo y las plantas". Se trata de una bacteria que puede reproducirse "utilizando los nutrientes de productos alimenticios, incluyendo arroz, productos lácteos, especias, alimentos secos y vegetales".
El medio señala que al mantener la comida en condiciones incorrectas, esta bacteria puede proliferar y secretar peligrosas toxinas que no se matan con el calor cuando el plato se calienta, por ejemplo, en microondas. En los escenarios más severos, esto puede causar un fallo hepático e incluso una posible muerte.
CASOS MORTALES. Hechos de esa naturaleza han sido descritos en la literatura médica. Así, por ejemplo, se reportó en 2005 el caso de cinco niños de una misma familia que enfermaron al comer una ensalada de pasta cocinada cuatro días atrás. El plato en cuestión había sido preparado un viernes y llevado a un picnic al día siguiente. En vista de que no se consumió por completo, al volver a casa los restos fueron guardados en el frigorífico y servidos de nuevo a los chicos en la noche del lunes. Todos ellos sufrieron una intoxicación alimenticia de diferentes grados, y el hijo menor falleció por esa causa.
El Bacillus cereus es una causa muy conocida de enfermedades transmitidas a través de los alimentos, pero la infección con este agente no se reporta comúnmente debido a que sus síntomas son generalmente leves", explican los autores del estudio. Sin embargo, la existencia de un caso fatal "debido a una insuficiencia hepática después del consumo de ensalada de pasta demuestra la posible gravedad", señalan los especialistas.
Otro caso comentado ocurrió en 2011 y fue hace poco difundido en la prensa: un estudiante comió una pasta cocinada cinco días antes, que además permaneció durante un tiempo indefinido fuera de la nevera, y murió por fallo hepático causado por la combinación de Bacillus cereus y una toxina cereulida. De la misma manera, se han descrito los casos de muerte por dicha bacteria de un niño de 11 años que comió fideos chinos y un adolescente de 17 años que ingirió espaguetis cocinados cuatro días antes.
Los científicos indican que aunque la mayoría de la gente que se enferma por Bacillus cereus padece tan solo una intoxicación leve, es necesario saber que también "puede causar condiciones graves y mortales, como sepsis, en personas inmunocomprometidas, bebés, ancianos y mujeres embarazadas". "Nuestro estudio muestra que la toxina [producida por esta bacteria] ataca y perfora agujeros en las células, causando muerte celular e inflamaciones", agregan.
En base a RT
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