Una situación que raya lo insólito se está dando en la zona oeste de Maldonado, concretamente en la localidad de Gregorio Aznárez. Por disposición judicial, cuatro funcionarios policiales por turno son asignados a un Servicio 1010; dos vigilan a un presunto agresor denunciado por su expareja, mientras los dos restantes cuidan a la hermana de este, que denunció a su novio. Son 4 policías por turno (12 por día) asignados a esa vivienda, superando en número a los que hay normalmente en una Seccional de la zona que tiene entre dos y tres funcionarios, en ocasiones, solamente uno. La Unidad Especializada de Violencia Doméstica y de Género de Piriápolis cierra a la hora 18:00 por falta de personal.
A esos 12 policías diarios en Aznárez destinados a custodias por casos de violencia doméstica, hay que sumarle los 6 funcionarios por día que demanda la vigilancia del sindicalista argentino Marcelo Balcedo y su esposa en Playa Verde y otros 6 policías en La Capuera por otro caso de violencia doméstica.
Hoy son, en la zona oeste de Maldonado (municipios de Piriápolis, Pan de Azúcar y Solís Grande), 24 policías por día que se sacan de las calles para cubrir los Servicios 1010, dejando a la población en un total estado de indefensión. Esto sin contar los casos que hay en Maldonado, San Carlos, La Barra, etc.
A falta de tobilleras….
Esta situación se produce por la escasez de tobilleras electrónicas. Son unos 206 casos en todo el país que requieren tobilleras. El ministerio del Interior informó, días atrás, que compró 100 unidades.
Ante la falta de tobilleras electrónicas, los magistrados actuantes hacen uso de esta opción, los llamados Servicios 1010 de la Policía Nacional, con el fin de evitar desenlaces fatales como ocurrió hace unos meses en Artigas.
El caso Aznárez: ¿Por qué 4 policías por turno en una casa?
La situación que se está dando en Aznárez con 4 policías custodiando a dos personas en una misma casa, se da porque los jueces dan a elegir a las víctimas como prefieren la custodia policial: Si en su propia casa cuidándolas a ellas o en la casa del agresor vigilando al denunciado para que no se acerque a la víctima.
Se desprende que en el caso de Aznárez se dan las dos situaciones. Por un lado una de las víctimas optó por la custodia para el agresor en la casa del denunciado, en tanto, la hermana de este, que denunció a su novio, eligió la custodia policial cerca de ella.
Fuente: Semanario La Prensa
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