“Mi mujer bajó, vi las luces atrás que me encandilaron y el reflejo de un revólver en la mano de uno de ellos”, así relató el dueño de casa cómo fue el inicio del copamiento en el que fue brutalmente golpeado.
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Había salido con su esposa a hacer las compras al supermercado y dentro de la vivienda quedaron las dos hijas de 13 y 22 años.
Al llegar, y a punta de pistola, los ladrones los obligaron a ingresar a la finca. Preguntaban constantemente por una caja fuerte que en los hechos no existía.
La luz de una de las alarmas puso nerviosos a los delincuentes: “Tenemos cinco minutos o somos boleta”, dijo uno de ellos.
Tras golpear brutalmente al dueño de la vivienda se hicieron de 50.000 pesos y 4.000 dólares y se dieron a la fuga.
El hombre fue trasladado a un sanatorio donde constataron un corte en la cara, dos fracturas en la nariz y lesión corneal. Debió recibir 12 puntos de sutura.
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- FUENTE:Subrayado
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