Estos incluyen síntomas típicos de la gripe y un estado de inflamación generalizada, que se produce cuando el sistema inmune reacciona de manera exagerada con una superproducción de citocinas (la llamada "tormenta de citocinas") que acaban dañando tejidos sanos.
Algunos de los niños ingresados dieron positivo en la prueba de coronavirus, pero no todos.
Aún así, se sospecha que puede haber una conexión con la covid-19 o que puede haber otra infección no identificada (causada por otro patógeno) vinculada a estos casos.
Las autoridades sanitarias no dieron un número preciso de casos, pero enfatizaron que las cifras son bajas.
Reino Unido no es el único país donde se han presentado niños en estas condiciones. Se han reportado casos también en Italia, Bélgica, Francia y España.
La Asociación Española de Pediatría (AEP) envió un comunicado interno a sus médicos para alertarlos sobre este inusual cuadro clínico en niños ingresados en las unidades de cuidados intensivos (UCI) y otro que hizo público para aclarar la situación y tranquilizar a las familias, en el que contextualiza la información y los datos.
En todo caso, expertos enfatizan de que se trata de casos raros y que, por otra parte, la incidencia de la covid-19 en los niños es muy baja.
Cuadro inusual
Los pacientes de una variedad de edades ingresados a cuidados intensivos con estas condiciones se encontraban severamente enfermos.
Su condición, que causó el desconcierto de los médicos, era muy similar a la que presentan pacientes con shock tóxico y enfermedad de Kawasaki atípica y que puede incluir fiebre alta, baja presión, erupciones cutáneas y dificultad para respirar.
La enfermedad de Kawasaki es un mal poco frecuente que provoca inflamación en las paredes de las arterias medianas de todo el cuerpo, pero sobre todo en las arterias coronarias, y afecta mayormente a niños menores de 5 años.
Si bien fue identificada por primera vez hace más de 50 años, se desconocen sus causas. Aunque una de las hipótesis más valoradas es que la enfermedad puede desencadenarse a raíz de una infección.
El shock tóxico que provoca algunos de los mismos síntomas se produce como una complicación poco frecuente a raíz de algunos tipos de infecciones bacterianas.
Algunos de los pacientes, dice el mensaje de las autoridades sanitarias británicas, también presentaron síntomas intestinales —dolor de estómago, vómitos y diarrea— y resultados anómalos en sus análisis de sangre.
Aunque "los síntomas más importantes y a los que hay que estar atentos son la fiebre y el enrojecimiento o manchas en la piel, y que el niño no esté bien, ya que la diarrea, los vómitos y el dolor de estómago pueden aparecer por cualquier otra cosa", le explica a BBC Mundo Cristina Calvo, jefa de sección del Servicio de Pediatría y Enfermedades Infecciosas y Tropicales del Hospital Infantil La Paz, en Madrid, y portavoz de la Asociación Española de Pediatría para la covid-19.
Según explican expertos, estos son signos que afloran cuando el cuerpo se ve superado en su intento de combatir una infección. Y, cuando se presentan, deben tratarse de forma urgente.
Vínculo con la covid-19
En los casos registrados en distintos países algunos niños dieron positivo en la prueba para detectar el coronavirus (PCR), así como en las pruebas serológicas que detectan si ha sido infectado por el virus en el pasado, y otros dieron negativo.
¿Entonces por qué se sospecha de un vínculo entre este síndrome raro en niños y la covid-19? ¿Qué hace suponer que exista una relación?
Chris Whitty, principal asesor médico del gobierno británico, cree que hace falta investigar otras causas posibles pero considera que la conexión entre ambos es "completamente plausible".
"Sabemos que en los adultos (...) los problemas graves son provocados por un proceso inflamatorio y esto parece bastante un proceso inflamatorio, aunque distinto", dijo el funcionario en conferencia de prensa.
Otro experto que no descarta un vínculo es David Burgner, pediatra y especialista en enfermedades infecciosas del Instituto de Investigación Infantil Murdoch en Melbourne, Australia, otro país donde están atentos a estos casos.
"Los adultos que han empeorado y muerto en la segunda semana alrededor del séptimo día muestran resultados patológicos que indican que hay muchas cosas pasando en los vasos sanguíneos de los pulmones, más que en los mismos alvéolos", le dijo Burgner al periódico The Guardian.
"El shock tóxico y la enfermedad de Kawasaki afectan los vasos sanguíneos. Por eso estos síntomas severos en algunos niños son consistentes con la idea de que este virus (SARS-CoV-2) es inusual y causa muchos problemas en los vasos sanguíneos".
A Calvo no le sorprende que se esté buscando -—o al menos evaluando— una posible asociación.
"Primero porque estamos muy sensibilizados con el tema y, como es una patología mayoritaria, con todo lo que vemos uno se plantea si no será una infección desencadenada por el virus, porque entre otras cosas este produce fiebre", le dice la portavoz de la AEP a BBC Mundo.
"Pero hasta que no podamos hacer registros y ver si realmente esta incidencia de casos es mayor en este momento que el año pasado, por ejemplo, no lo vamos a saber".
Alerta injustificada
La difusión pública de los comunicados internos del servicio de salud británico y la AEP despertó la preocupación de muchos padres.
Sin embargo, dice Calvo, se trata de un temor injustificado.
"La nota que se ha difundido era en teoría solo para alertar a los pediatras, pero ha aparecido en las redes y esto ha creado una alarma totalmente injustificada e innecesaria, porque cualquier dolor de tripa o cualquier diarrea no tiene por qué ser uno de estos cuadros", señala la médica.
"La mayoría de estos cuadros son cosas banales y sin importancia. Hay que preocuparse cuando hay fiebre y manchas en la piel y cuando el niño no está bien", agrega.
En estos casos, hay que consultar con el pediatra o llevar al niño al hospital, como se haría siempre, porque es crucial detectar la enfermedad temprano para tratarla y evitar complicaciones.
Por otra parte, estas alertas internas no son excepcionales: se envían comúnmente para agilizar la comunicación entre los médicos cuando por ejemplo hay un brote de sarampión u otras enfermedades, para que los profesionales de la salud estén atentos.
Fuente / BBC
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