Tras ocho días de búsqueda, el cuerpo si vida de la adolescente Ámbar Cornejo, de 16 años, fue hallado este jueves enterrado en la casa de su madre, quien, tras ser detenida, apuntó directamente contra su pareja: un hombre que cuatro años atrás recibió la libertad condicional luego de haber asesinado, en 2005, a su entonces concubina y al hijo de esta.
El nombre de Hugo Bustamante Pérez, el único y principal sospechoso en el caso Ámbar, había ocupado por aquel entonces las páginas de todos los suplementos policiales. Las crónicas le pusieron el mote del 'Asesino del tambor', debido a que había metido a sus víctimas en un barril metálico, que escondió bajo tierra en el patio de una casa que compró, en Valparaíso, con el dinero que le robó a su expareja.
Aunque, de momento, no está confirmada la autoría del hecho, todo hace suponer a los investigadores que el hombre que debía cumplir la totalidad de su pena en 2032, sería el responsable del brutal homicidio.
El episodio ha causado gran indignación en Chile. En las redes sociales, usuarios particulares y organizaciones feministas responsabilizaron al Estado y, en especial, al poder judicial, por "no proteger a sus niñas y mujeres".
Algunos cuestionan, además, la decisión de la madre de Ámbar, Denisse Llanos, por haber puesto en riesgo la vida de su hija al mantener una relación con un hombre condenado por doble homicidio. Por el momento, no está confirmado si la madre tuvo algún grado de complicidad en el crimen.
Por otra parte, se suceden las críticas contra la jueza Silvana Donoso, presidenta de la Comisión de Libertad Condicional que tomó la decisión de liberar a Bustamante en 2016. Según recordaron medios chilenos, la funcionaria había habilitado la libertad condicional del imputado a pesar de un informe de Gendarmería que recomendaba "un mayor periodo de observación intrapenitenciaria".
El portal Biobio recordó también una entrevista realizada a Bustamante desde la cárcel para un programa televisivo, un año después del primer doble crimen, en la que se le preguntó si volvería a cometer un acto semejante.
"Lo he pensado, lo he pensado. También me he cuestionado, lo he analizado y, a ciencia cierta, no tengo la respuesta. No podría decirle: 'No, es imposible que volviera yo a vivir una situación tan parecida'", respondió. Y añadió: "Si en un momento determinado exploté de esta manera frente a este tipo de situaciones, ¿explotaré nuevamente? Eso sí que es angustiante. Eso sí que es angustiante, porque eso demuestra que uno no se conoce".
En 2019, el Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género contabilizó 46 feminicidios y 109 feminicidios frustrados en todo el país.
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