Interrumpen el embarazo a la niña de 10 años violada sistemáticamente por su tío en Brasil

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Los médicos de Espírito Santo rechazaron realizarle la intervención, por lo que tuvo que viajar a Pernambuco. Un juez había autorizado de manera inmediata el aborto.


La niña de 10 años que se quedó embarazada después de ser violada de forma sistemática por su tío se encuentra fuera de peligro tras interrumpirle la gestación de 22 semanas y cuatro días en un hospital de Recife, la capital del estado de Pernambuco.

"Ella está bien. Por la mañana empezó a tener contracciones uterinas y esperamos terminar hoy todo el proceso", informó a Folha de S. Paulo el doctor Olímpio Moraes, del Centro Integrado de Salud Amaury de Medeiros.

En una nota, recogida por la prensa, la Secretaría de Salud de Pernambuco destacó que se llevaron a cabo "todos los parámetros legales".

Según la ley brasileña, el aborto está permitido en este país en casos de violación, cuando se pone en riesgo la vida de la madre o cuando el feto presenta anencefalia.

Autorización de un juez

La menor se vio obligada a viajar a Pernambuco después de  abandonar Vitoria, en el estado de Espírito Santo, porque el hospital al que acudió se negó a realizarle el procedimiento, a pesar de que un juez autorizó la interrupción inmediata de la gestación. 

El fallo del juez se basó en una norma técnica para autorizar la interrupción del embarazo, editada en el 2005 por el Ministerio de Salud. Además, el magistrado tuvo en cuenta el deseo de la menor de no proseguir con el embarazo y concluyó que "la voluntad de la niña es soberana".

También señaló que cuando a la menor se le mencionaba el embarazo entraba en "profundo sufrimiento" y "gritaba, lloraba y lo rechazaba en todo momento" reafirmando su deseo de no querer continuar con la gestación.

El embarazo de la niña se conoció a principios de agosto cuando acudió al hospital quejándose de dolores abdominales. Allí, relató que su tío, de 33 años y que se encuentra prófugo de la Justicia, la violaba desde que tenía seis años y que no lo había denunciado porque sufría amenazas. 

Protesta frente al hospital 

La niña ingresó el sábado en el hospital de Recife y al día siguiente un grupo religioso y contrario al aborto se manifestó frente al centro hospitalario, tras una publicación en las redes de Sara Giromini, una militante de extrema derecha, quien divulgó el nombre de la menor y el lugar donde se encontraba. El Estatuto del Menor y el Adolescente prohíbe publicar esas informaciones. 


Los manifestantes quisieron impedir que el director del hospital accediese al centro e incluso intentaron entrar dentro. Al mismo tiempo, un grupo de mujeres se congregó en el centro para defender el derecho de la menor a abortar. 

El mismo domingo, la Justicia dio un plazo de 24 horas para  que Google Brasil, Facebook y Twitter eliminasen las informaciones relacionadas con la menor. 

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