Los problemas de desnutrición y de hambruna agravados por el impacto económico de la pandemia del coronavirus podrían alcanzar "proporciones bíblicas", advirtió el director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU, David Beasley.
Según señaló este sábado en una entrevista con TASS, en los próximos seis meses la entidad necesitará casi 5.000 millones de dólares en fondos para seguir adelante con sus actividades humanitarias, que buscan mitigar las consecuencias de la pandemia.
"Todos nuestros datos, incluido el pronóstico del PMA sobre un aumento del 80 % [a nivel mundial] en el número de personas que padecen inseguridad alimentaria —de 140 millones antes de la pandemia a 270 millones para finales de este año—, apuntan a un desastre real. Estamos en riesgo de una hambruna de proporciones bíblicas", alertó Beasley.
Según las estimaciones de la agencia humanitaria, la falta de seguridad alimentaria afectará en especial a América Latina, donde se prevé un crecimiento de un 269 % en el número de personas que padecen hambre y desnutrición.
Una situación igualmente dramática —agregó— se observa en la parte oriental y central de Asia, donde se prevé un aumento del hambre del 135 %, mientras que en Sudáfrica esta proporción ascenderá a casi el 90 %.
"La misión del PMA es la de proporcionar alimentos a 138 millones de personas en 2020. Se trata de la mayor operación humanitaria de la historia, y esta crisis sin precedentes requiere una cantidad increíble de dinero", aseveró Beasley. "El PMA necesita 4.900 millones de dólares durante los próximos seis meses para continuar su labor humanitaria en 83 países", agregó el funcionario, señalando que para la mayoría de estos países la ayuda de la organización internacional es "la única oportunidad de sobrevivir".
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