A pesar de la pandemia, la mayor metrópolis estadounidense ha mantenido su homenaje anual a los cerca de 3.000 muertos en los atentados más sangrientos de la historia, con varios minutos de silencio a la hora en que los aviones secuestrados por yihadistas se estrellaron contra las Torres gemelas y las derribaron.
Esta vez los familiares de las víctimas grabaron sus declaraciones, en vez de pronunciarlas en vivo, aunque podrán encontrarse -con máscaras y respetando el distanciamiento social- en el memorial de "Ground Zero", el sitio donde antes se erigían las Torres, y cuyo museo abrirá el viernes por primera vez desde marzo.
Diecinueve años después, el 11 de septiembre sigue siendo sinónimo del heroísmo de los neoyorquinos frente a la adversidad. Las autoridades aseguran que fue debido a esta resiliencia que la ciudad logró hace más de un mes controlar el coronavirus que mató en ella a 23.000 personas y reducir la tasa de infección a menos de 1%.
Pero todos subrayan -el gobernador Andrew Cuomo incluido- que esta legendaria resiliencia se ve sometida ahora a una prueba de fuego debido a los "efectos secundarios" de la pandemia, económicos y sociales.
Comercios y oficinas vacías
Gale Brewer, presidenta del distrito de Manhattan, reconoce que la isla que simboliza el atractivo de Nueva York enfrenta ahora una multitud de problemas.
Algunos de ellos derivan directamente del coronavirus: la casi totalidad de los bancos, empresas de seguros y otras compañías "de cuello blanco" mantienen aún el teletrabajo para sus empleados, y esto ha vaciando los barrios financieros y comerciales, y llevado al cierre de miles de restaurantes que alimentaban a estas personas al mediodía.
"Me gustaría regresar" a trabajar en Nueva York "pero lo seguiré haciendo desde casa (...) Mi empresa ha extendido el teletrabajo hasta julio de 2021", dijo Boris Tulchinskiy, ingeniero en sistemas de 26 años.
Los más de 60 millones de turistas que visitan anualmente Nueva York desaparecieron, pero los neoyorquinos también han huido: al menos 35.000 personas abandonaron Manhattan, en base a los pedidos de votación por correo registrados para las elecciones, señaló Brewer.
La cifra de comercios vacíos en Manhattan se ha casi duplicado entre 2017 y 2020 (+78 %), indicó. Cada vez hay más personas sin techo en las calles debido al cierre de lugares que antes servían de refugio para evitar los contagios, como las bibliotecas públicas o el metro durante la madrugada.
La ciudad ha realojado en hoteles que estaban desiertos a unos 13.000 de ellos, dijo Brewer. El alza de los tiroteos y de los homicidios (de 47 % y 166 %, respectivamente) en agosto en relación al mismo mes de 2019 tras las grandes protestas de mayo y junio contra la brutalidad policial es otra señal de la crisis de Nueva York.
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