La norma sobre el "derecho a desconectarse" se aplica a todos los trabajadores y no solo a los que trabajan a distancia, salvo algunas excepciones.
Una nueva norma que regula el teletrabajo y otros aspectos laborales, fue aprobada por los diputados portugueses el pasado 5 de noviembre, con la cual las empresas están obligadas a no contactar con los trabajadores durante los periodos de descanso.
La modificación del Código Laboral sobre el "derecho a desconectarse" se aplica a todos los trabajadores y no solo a los que trabajan a distancia, con excepción para los casos de "fuerza mayor", que según los expertos se limitan a situaciones realmente imprevistas o urgentes.
El incumplimiento de este deber por parte del empleador constituye una "infracción administrativa grave" y podrían ser sancionados con multas que van desde los 612 euros hasta los 9.690 euros. La sanción varía en función del volumen de negocio de la empresa y del grado de culpabilidad, sin embargo, la nueva norma no se aplicará a las empresas que tengan menos de 10 empleados.
Además, la nueva legislación prohíbe a los jefes vigilar a sus empleados mientras trabajan fuera de la oficina. Los trabajadores también podrán descontar el consumo electricidad e internet como gastos de la empresa para adaptarse al trabajo a distancia.
Asimismo, la ley contempla que los trabajadores con hijos pequeños también tienen derecho a trabajar desde casa sin tener que acordarlo previamente con su jefe, hasta que el niño cumpla ocho años.
Los cambios en el Código Laboral deberán entrar "en vigor el primer día del mes siguiente a su publicación".
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