El Banco de Previsión Social (BPS) concederá una canasta de fin de año a jubilados y pensionistas de bajos recursos, en línea con la práctica de años anteriores.
La autorización para este beneficio especial, en forma de dinero, proviene del Poder Ejecutivo, permitiendo al BPS otorgar una suma de $2,868.
Este beneficio se destina a jubilados, pensionistas y beneficiarios de la asistencia a la vejez que, al 30 de octubre, reciben montos mínimos. La jubilación mínima actual asciende a $17,837 luego del adelanto realizado en agosto.
El desembolso se realizará junto con las prestaciones correspondientes a noviembre, durante la primera quincena de diciembre, a través del medio de pago habitual.
Cabe destacar que este beneficio excluye a jubilados y pensionistas con ingresos más altos, no residentes en el país, y aquellos que reciben otra prestación. También quedan fuera los pensionistas menores de 65 años y los hogares con ingresos que superen el mínimo establecido. Para determinar los ingresos, el BPS no considerará asignaciones familiares, subsidio a la vejez ni subsidio de desempleo en caso de despido.
Quienes ya hayan recibido este pago en ocasiones anteriores, la mayoría de los jubilados y pensionistas, recibirán el depósito de forma automática.
Sin embargo, aquellos que consideren tener derecho a esta "canasta" y la cobren por primera vez deberán presentar una declaración jurada al BPS, indicando que pertenecen a hogares con ingresos promedio inferiores a $17,837.
Como es costumbre, el BPS revisará estas declaraciones y realizará el pago si corresponde.
Este pago adicional beneficia a aproximadamente 150,000 jubilados de bajos recursos, como ocurrió en 2022. Inicialmente introducido en 2008 a través de un bono destinado a la compra de comestibles, este beneficio se transformó en dinero en efectivo hace unos siete años.
La resolución del Poder Ejecutivo subraya la necesidad de establecer medidas concretas en las políticas socioeconómicas para los afiliados pasivos del BPS con montos mínimos.
El Poder Ejecutivo destaca la importancia de brindar beneficios económicos a sectores específicos de la población para mejorar la celebración de las tradicionales festividades de fin de año, en línea con las políticas sociales implementadas para mejorar la calidad de vida de los uruguayos.
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