En la localidad de Progreso, dos jóvenes de 18 años perdieron la vida tras ser atropellados por un hombre que conducía una camioneta utilitaria. El accidente, descrito por testigos como "impactante", resultó fatal para las víctimas, quienes fallecieron al instante del choque.
Horas después, las autoridades confirmaron que el conductor del vehículo había consumido alcohol. La prueba de alcoholemia arrojó un resultado de 1,52 gramos de alcohol por litro de sangre. Durante su declaración, el conductor explicó que no vio a los jóvenes que circulaban en moto porque estaba adelantando lo que creía que era un camión en movimiento.
Sin embargo, las investigaciones de la Policía Científica revelaron que el supuesto camión era en realidad un ómnibus estacionado. Este error llevó al conductor a cambiar abruptamente de carril, impidiendo que los motociclistas pudieran reaccionar a tiempo.
El impacto fue tan fuerte que los ocupantes de la moto salieron despedidos y sufrieron golpes mortales al caer sobre el pavimento. Por otro lado, tanto el conductor de la camioneta como su acompañante salieron ilesos del incidente.
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